te amo
muchísimo(mi más preciado amor)
más que a
nadie en el mundo y yo
te quiero
más que a nada en el cielo
—la luz
del sol y las canciones anuncian tu llegada
aunque el
invierno se sienta en todos lados
con un
silencio y una oscuridad tal
que nadie
pueda siquiera tratar de adivinar
(excepto
mi vida)en qué época del año estamos—
y si eso
que se hace llamar mundo tuviera
la suerte
de escuchar tales canciones(o vislumbrar esa
luz que
emana cada vez más alto
del
corazón de alguien cada vez más feliz por tenerte
cerca)todos
sin duda(mi
más
preciado amor)no creerían en nada más que en el amor
(Traducción mía del poema de E. E. Cummings que pertenece al libro 95 poems. Si pudiera encontrar el original en Internet, lo postearía, pero no lo encontré.)